BLOG CONTROL DE PLAGAS

Por
Samantha del Río

EL DESCUBRIMIENTO FORTUITO DE LOS INSECTICIDAS SINTÉTICOS: LAS KAIROMONAS

EL DESCUBRIMIENTO FORTUITO DE LOS INSECTICIDAS SINTÉTICOS: LAS KAIROMONAS

Los mosquitos son considerados como el animal más peligroso del mundo debido a las enfermedades que pueden transmitir. A lo largo de la historia y hasta la actualidad han causado impacto en la humanidad por la transmisión de patógenos que provocan enfermedades como la malaria, el dengue, la chikungunya, el zika y la fiebre de oeste del Nilo. Por lo que se ha tratado de disminuir sus poblaciones empleando diversos métodos para su control, siendo la aplicación de insecticidas el más recurrido.

Desafortunadamente se ha tenido poco éxito y ha sido necesario investigar en otras áreas para buscar alternativas como el uso de sustancias atrayentes. Aunque la investigación de éstas ha rendido pocos frutos, tiene el potencial de cambiar el curso de la guerra contra los insectos.


Contenidos de este artículo

La historia del científico, los mosquitos y el queso
No todas las clases de mosquitos gustan del queso...

 

La historia del científico, los mosquitos y el queso

Al respecto podemos hablar de las kairomonas, las cuales son sustancias químicas producidas por otros organismos diferentes a los insectos pero que los atraen. Por ejemplo, los humanos producen aceites en la piel y exhalan dióxido de carbono, los cuales resultan atractivos para toda las clases de mosquitos. Pero ¡ojo! no las confundamos con las feromonas. Éstas últimas se diferencian de las kairomonas, porque son señales químicas entre insectos, es decir es una relación insecto-insecto.

Crear versiones sintéticas es el principal interés para el monitoreo de poblaciones de mosquitos, pero también para su uso a gran escala en trampas letales, que impactaría en la reducción de enfermedades principalmente en humanos. Las kairomonas hasta el momento han resultado ineficaces, debido a que existen muy pocas formulaciones sintéticas.

Una historia de descubrimiento fortuito ocurrió cuando un grupo de investigadores holandeses indagaba la razón por la cual el principal mosquito transmisor de la malaria en África (Anophelesgambiae s.s.) pica casi exclusivamente en los pies. La sospecha era que por ser una zona del cuerpo generalmente desnuda, ocurrían ahí la mayoría de las picaduras.

El Dr. Bart Knols se expuso desnudo dentro de una jaula con hembras An.gambiae s.s. hambrientas (solo las hembras pican) y comprobó que únicamente lo picaban en los pies y tobillos, aun teniendo disponible todo su cuerpo. Así que para comprobar si existía algún atrayente (kairomona) en esta zona del cuerpo, repitió el experimento,pero hizo un ligero cambio: se lavó los pies… esto con el fin de tratar de remover toda sustancia que pudiera atraer a los mosquitos.

El resultado fue impresionante: fue picado en todo el cuerpo y ya no sólo en los pies. Teniendo estas observaciones, él y su equipo de trabajo, se dedicaron a extraer y analizar las sustancias volátiles provenientes de sus pies, para así identificar qué era lo que los hacía tan atractivos a estos mosquitos. Finalmente identificaron el metanotiol, una sustancia volátil producida por una bacteria común de la piel: Brevibacterium epidermidis (1).

Algo sobresaliente de nombrar es que esta bacteria es la que produce el característico olor a queso en los pies y resulta que en realidad existen quesos con este olor intenso debido a que se fermentan con una bacteria emparentada: Brevibacterium linens. Se ha sugerido que ciertas bacterias involucradas en la fermentación del queso provienen originalmente de la piel humana. (2, 3)

Pero la curiosidad de este investigador no terminó ahí. Por lo que tomó muestras de lo quesos más olorosos y comprobó qué tanto atraían a los mosquitos Anopheles, cuyo ciclo de vida es de entre una semana hasta un mes en cautiverio. Lo que encontró fue muy interesante: Observó que el queso Linburger contiene las mismas sustancias atrayentes que causan el mal olor de pies.

Estas observaciones podrían explicar porque no todos reciben la misma cantidad de picaduras de mosquitos Anopheles. Las diferencias en la actividad metabólica de las bacterias presentes en la piel humana podría hacer esta diferencia. La importancia de esta teoría es que puede extenderse a otras especies de mosquitos que prefieren alimentarse de seres humanos.

 

No todas las clases de mosquitos gustan del queso...

Cabe señalar que hay especies de mosquitos que prefieren alimentarse de animales silvestres o domésticos, por lo que pueden tener poca o nula respuesta ante un atrayente específico. El dióxido de carbono es otra kairomona que afecta a un número más amplio de especies en mayor o menor grado, debido a que es una señal general de la presencia de un mamífero.

El dióxido de carbono es más atractivo para mosquitos como Aedes aegypti, que es el vector de los virus que causan dengue, chikungunya y zika. Esta kairomona se utiliza con fines de investigación para la atracción de mosquitos en trampas, sin embargo, no es adecuado su uso intensivo con fines de control.

Como podrán ver, el uso de sustancias atractivas podría ser una herramienta útil para el control, sin embargo, aún hacen falta investigaciones que finalmente impacten en el manejo de mosquitos.

Para saber más:

KnolsB.G.J.and De Jong R.(1996). Limburger cheese as an attractant for the malaria mosquito Anopheles gambiaes.s. Parasitology today. 12:4, 159-161.

Jackman, P.J.H. (1982) Body odor – the role of skin bacteria. Senlin. Dernlatol. 1,143-148

Sharpe, M.E., Law, B.A. and Phillips, B.A. (1976) Coryneform bacteria producing methanethiol. J. Gem Microbial. 94, 430-435

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